martes, 21 de julio de 2015

¡Abramos las Latas!

Ese momento de felicidad cuando estas en alguna casa de amigos de confianza de esos que te dicen "Siéntase" como en su casa, te diriges a la cocina y ves una latita de tus cacahuates preferidos y preguntas ¿Puedo tomarlos? Abres la lata y para tu desilusión lo que contiene son ajos.
Esto hizo que me acordará de aquel pasaje que dice:

 <<Ustedes se fijan sólo en la apariencia de las cosas.>> 2 Corintios 10:7

En nuestra vida antes de que la felicidad o infelicidad nos inunde con respecto a algún asunto o relación, debemos tomarnos el tiempo para abrir las latas y descubrir que es lo que hay verdaderamente en el interior, pueda que nos llevemos sorpresas, y lo que este adentro (ajos) sea más saludable y natural que la etiqueta que lo envuelve (Peanuts Salad) o al contrario, vemos que algo aparentemente es bueno para nosotros, una relación, un trabajo, una "amistad" y con el tiempo a medida abrimos la lata, descubrimos que lo que había adentro, desde hace mucho dejo de existir y ya fu sustituido por algo más toxico, dañino, así que ya no más debemos formarnos conceptos ideas apresuradamente por ver a simple vista, y de continuo debemos abrir la lata para no creer que su interior no ha cambiado, ya sea para bien o para mal es mejor conocer la realidad.

Y como nuevas criaturas debemos arrancarnos las etiquetas que nos envuelven y mostrarnos con las nuevas envolturas obtenidas, con las nuevas vestiduras que nos han sido otorgadas.
Y una cosa más, si vas a reciclar y cuidar el planeta, POR FAVOR, recuerda quitarle la envoltura original y rotular las latas con lo nuevo que contienen así evitamos Desilusiones. :D


lunes, 15 de junio de 2015

Piedrecita Blanca; Un Nombre Nuevo


Al ver esta imagen recordé algo que hacía en mi adolescencia; Coleccionaba Piedras, si, eran pequeñas, variedad, colores y formas, lugar o pueblo que visitaba me traía una o varias piedras, luego si alguien de confianza viajaba a alguna ciudad o país, sabía que una piedra que trajera iba a quedar bien conmigo, llegue a tener hasta de Israel, Grecia, algunos de Sudamérica, entre otros. Tenía una buena cantidad en mi colección y yo muy feliz. 

En esas fechas llego mi Abuela a visitarnos y aún recuerdo que ese día me despedí de ella antes de irme a clases, resulta que al parecer en el afán de abuelas de que todo esté limpio, encontró mi colección de piedras que estaban en mi caja de madera y las boto, así de simple las puso con la basura, cuando fue momento de poner una nueva piedra en la caja, para mi sorpresa estaba súper limpia la caja de madera, sin una tan sola piedra, enloquecí momentáneamente, no podía enojarme con mi abuela y no podía recuperarlas ya que justo ese día paso el tren de la basura. Para los demás eran solo eso piedras para mí, eran valiosas, les invertí tiempo y creatividad, y si un sentimiento de pertenencia, algunas cambiaban de color al mojarlas o secarlas y a algunas las había perforado, o cambiado. Después de eso no volví a comenzar con la colección y se quedó en anécdota.


Cuento esto porque hay una Piedra que si quiero obtener y que esta no perderé sino que cuidaré y procuraré y es la piedrecita blanca que Dios me dará con mi nombre en el cielo. Y que Dios pueda hallarme aprobada, que lo he honrado y decirme hija haz salido victoriosa. Hay cosas mucho más valiosas por obtener, es que Dios es así le atribuye un valor a cosas que aparentemente no lo son.

《El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe》 Apocalipsis 2:17

¿Cuál será mi nombre en el cielo?, en la piedrecita blanca allí está escrito.